El arzobispo de Madrid, Cardenal D. Carlos Osoro, ha propuesto a un grupo de jóvenes liderar la construcción de un Plan de esperanza para la etapa postconfinamiento por el Covid-19.

Invitados a contagiar esperanza

¡Feliz Pascua de Resurrección! “¡Cristo Vive, es nuestra esperanza!” (Chr.V. 1) Este es el saludo que estos días intercambiamos con una alegría que nace en nuestro interior, aún en medio del dolor y la tragedia que con gran parte de la humanidad estamos sufriendo.

Hemos vivido una Semana Santa muy especial desde casa, conectados a través de los medios digitales nos hemos sentido Iglesia viva; como una red de comunión y de fe celebramos la Pascua de Resurrección, ahora nos toca vivir la Pascua: ¿qué significa para mí, qué significa para ti?…

Una noticia que cambia todo

“Contemplad lo sucedido: ¡Jesucristo ha resucitado! Es una noticia que cambia todo. La vida y la historia tienen nueva dirección. Leed vuestra vida, la de los demás y todo lo que existe de una manera diferente. Hacedlo con el aliento del Amor que nos entrega Jesucristo Resucitado. Colmad la vida de esperanza”, nos dice D. Carlos Osoro, nuestro arzobispo, en su Carta de la Semana de Pascua.

Y en la Vigila Pascual nos recordaba que “la causa de Jesús sigue vigente. Este tiempo que hemos comenzado es un tiempo de testigos, es un tiempo de místicos, un tiempo de hombres y mujeres que se entregan al proyecto de Jesucristo con el optimismo que viene de la Resurrección.” ¿Te has planteado que tú eres uno de estos discípulos?.

La vida se mide desde el amor

Desde una basílica de San Pedro vacía, el papa Francisco, nos pidió estar “los unos al lado de los otros, en el amor y la paciencia”, porque “el drama que estamos atravesando en este tiempo nos obliga a tomar en serio lo que cuenta, a no perdernos en cosas insignificantes, a redescubrir que la vida no sirve, si no se sirve. Porque la vida se mide desde el amor.”

También nos invitó a contagiar esperanza, “que se transmite de corazón a corazón, porque todo corazón humano espera esta Buena Noticia (…) La victoria del amor sobre la raíz del mal, una victoria que no “pasa por encima” del sufrimiento y la muerte, sino que los traspasa, abriendo un camino en el abismo, transformando el mal en bien, signo distintivo del poder de Dios”.

“El anuncio de la esperanza no se tiene que confinar en nuestros recintos sagrados, sino que hay que llevarlo a todos. Porque todos necesitan ser reconfortados y, si no lo hacemos nosotros, que hemos palpado con nuestras manos ‘el Verbo de la vida’, ¿quién lo hará? Qué hermoso es ser cristianos que consuelan, que llevan las cargas de los demás, que animan, que son mensajeros de vida en tiempos de muerte”. "Si no lo hacemos nosotros..." Si no lo hago yo... Si no lo haces tú... 

El futuro se presenta incierto

En pocas semanas nuestras rutinas han cambiado y no sabemos aún cómo y cuándo iremos recuperando libertad de movimientos y posibilidad de encuentros y acciones en común. El camino de la Pascua hasta Pentecostés nos ayudará a recorrer estas etapas atravesando la incertidumbre, ciertos temores, e inseguridades con confianza.

Para muchos, señalaba el Papa Francisco, “es un tiempo de preocupación por el futuro que se presenta incierto, por el trabajo que corre el riesgo de perderse y por las demás consecuencias que la crisis actual trae consigo”. No podemos ser indiferentes a estas situaciones, nos tocará colaborar en todo lo que podamos. Empecemos por acercarnos con la oración y con el servicio a las personas que viven en situación de periferia, a los que tienen hogar, a los más débiles, a los que están solos.

Y precisamente por ello, “este no es el tiempo de la indiferencia, porque el mundo entero está sufriendo y tiene que estar unido para afrontar la pandemia. Que Jesús resucitado conceda esperanza a todos los pobres, a quienes viven en las periferias, a los prófugos y a los que no tienen un hogar. Que estos hermanos y hermanas más débiles, que habitan en las ciudades y periferias de cada rincón del mundo, no se sientan solos”.

A todos, pero especialmente a los jóvenes universitarios y a los profesionales, el papa Francisco invita a buscar soluciones solidarias e innovadoras, como “la única alternativa al egoísmo de los intereses particulares y a la tentación de volver al pasado, con el riesgo de poner a dura prueba la convivencia pacífica y el desarrollo de las próximas generaciones”. Aceptemos el reto, esperamos tus iniciativas y propuestas. 

Con la alegría y la esperanza nacidas de la Pascua.

 

Laura Moreno Marrocos
Delegada Episcopal de Jóvenes

Escríbenos: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Y comparte en las redes sociales @Deleju @vocacionesmadrid @PastoralUniversitariosmadrid